En el presente artículo, se ofrecen una serie de recomendaciones y ejercicios a realizar con niños y niñas con TDAH
Cuando hablamos de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) nos estamos refiriendo a un trastorno de tipo neurobiológico que tiene su origen en la infancia y que conlleva la aparición de déficit de atención, hiperactividad y en ocasiones impulsividad.
En concreto si nos centramos en la etapa infantil podemos encontrar varias dificultades, muchas de ellas centradas en el ámbito escolar. En este sentido podemos citar:
Teniendo en cuenta las dificultades que acabamos de mencionar, consideramos interesantes antes de comenzar a enunciar las distintas actividades para realizar con niños y niñas que presenten TDAH, exponer algunas recomendaciones para los padres que pueden ser de utilidad a la hora de realizar estas actividades con sus hijos.
Las recomendaciones que expondremos a continuación ayudarán tanto a padres como a hijos. Harán que los primeros aprendan a entender mejor a su hijo y les proporcionará algunas herramientas para poder ayudarlos, a los segundos les hará sentirse más comprendidos y les facilitarán las tareas y las situaciones a las que tengan que enfrentarse. Por último, ambos se beneficiarán, ya que esto puede propiciar un mayor entendimiento y compenetración y por tanto una mejor relación paterno filial.
Una vez que tenemos estas pautas claras, contamos con más recursos para que las siguientes actividades que vamos a plantear supongan no solo un trabajo con nuestras hijas e hijos, sino que también aporten momentos calidad. Los pequeños se sentirán más comprendidos por sus padres y pueden servir para fomentar una mayor relación entre padres e hijos.
Una actividad muy común dentro de los pasatiempos clásicos y que podemos encontrar en multitud de cuadernos y de actividades e incluso en periódicos y revistas. Consiste en encontrar las diferencias existentes entre dos dibujos prácticamente idénticos. Se puede ir variando el nivel de dificultad y con él se puede trabajar la atención a los detalles y la memoria de trabajo.
Continuamos por las actividades clásicas y conocidas por todos. En esta actividad tendremos que localizar determinadas palabras dentro de unos paneles con letras al azar. Tendremos que discriminar esas palabras del resto de letras. En otras variantes tendremos que buscar letras concretas, descubrir un mensaje con las letras que no se han usado e incluso responder a preguntas para saber qué palabras buscar. Podemos complicarlo tanto como queramos.
Esta actividad resulta útil para que los niños con TDAH trabajen aspectos tan relevantes como la atención selectiva, la capacidad de planificación y también la inhibición del comportamiento.
Otra manera que se puede utilizar para trabajar la atención, la inhibición y también la gestión del comportamiento del niño es realizar determinadas acciones concretas a cámara lenta. Esto se puede plantear como una actividad tanto en grupo como de forma individual. En un primer momento se puede hacer con conductas aisladas, después con acciones que estén relacionadas e incluso se puede crear una historia a partir de esto. Por ejemplo, se les puede decir a los niños que son astronautas que están en la luna y que deben hacer algunas tareas, después dejarles actuar como ellos quieran.
Esta es una técnica que, aunque simple, ayuda al niño a aprender a regular su conducta y como consecuencia de ello también, en la medida de lo posible, a controlar su impulsividad. El juego es sencillo, se trata de que el pequeño aprenda a transformarse en una tortuga. Las tortugas se mueven lentamente y actúan poco a poco y cuando hay alguna amenaza se esconden en su caparazón y de esta manera pueden tranquilizarse.
Volvemos a otro juego clásico que nos puede ser muy útil para trabajar memoria y atención con nuestro hijo. En este juego, normalmente de cartas, aunque puede jugarse con otros elementos, tendremos que encontrar las parejas entre un grupo de cartas que se encuentran boca abajo. Tendremos que levantarlas solo de dos en dos y si no se acierta hay que volverlas a dejarlas tapadas.
Los juegos de bloques o los mecanos, son elementos que fomentan la creatividad del niño y que además requieren atención a los detalles, capacidad de planificación, regulación de conducta y psicomotricidad. Son actividades muy versátiles que pueden adaptarse fácilmente a los gustos, preferencias y destrezas del pequeño.
Con esta actividad vamos a trabajar la atención y la memoria de trabajo verbal, además nos proporciona la ventaja de que se realiza el grupo, de manera que también nos permite trabajar aspectos de interacción social. En este juego un niño dice una palabra cualquiera y el resto tiene que repetir las últimas sílabas como si fueran el eco. También puede hacerse más complejo de forma que el eco no lo hagan todos los niños a la vez, sino que tendrían que hacerlo de forma escalonada.
En este juego trabajaremos la atención sostenida. Como casi todos los juegos que hemos estado exponiendo, tiene diversas formas de hacerlo. Nosotros iremos diciendo letras al azar y el niño tendrá que hacernos una señal cuando escuche aquella letra por la que empiece su nombre. La señal puede ser cualquiera, una palmada, levantar la mano…
Otra variante de este juego sería hacerlo con palabras, en la que lo que digamos al azar sean palabras y que el niño deba indicarnos cuando aparezca una en concreto.
En este juego se le presentan al niño un número de objetos y este tiene un tiempo para fijarse en ellos y memorizarlos. Después se le pide que cierre los ojos y en ese momento se retira uno. El niño tendrá que decirnos cuál se ha sacado del conjunto. Este juego puede complicarse de diversas maneras: Añadiendo más objetos, dejando menos tiempo para memorizar o retirando más de un objeto.
Otro juego clásico, fácil y que se puede jugar en cualquier momento y lugar. Consiste en adivinar una palabra secreta de la que solo conocemos el número de letras que tiene. Iremos diciendo letras y si acertamos estas se sitúan en la palabra si cometemos un número determinado de fallo de fallos habremos perdido. Con este juego trabajaremos la capacidad de organización, la atención sostenida, la inhibición de la conducta y la planificación.
Continuamos con los juegos clásicos y también con aquellos que tienen que ver con las palabras. En esta actividad tendremos que crear una cadena de palabras, para conseguir esto los jugadores deberán, por turnos, decir una palabra que empiece por la última sílaba de la palabra anterior. Con este juego trabajaremos atención y también un aspecto muy relevante por su relación directa con el juego que es el hecho de esperar el turno.
En este juego una persona realiza un acción o un conjunto de acciones y el resto de los jugadores tienen que intentar repetir esa acción de la forma más parecida posible al modelo. Con este ejercicio estamos trabajando atención y memoria.
La idea con este ejercicio es que nos inventemos un símbolo para cada una de las letras del alfabeto. Con esta clave podremos escribir todos los mensajes los que queramos y el niño tendrá que descifrarlos. Esta técnica puede combinarse con otros juegos como puedes ser las pistas, un gymkana o incluso un Escape Room.
No podemos olvidar este clásico de los juegos con los que podremos entrenar la atención. Son muchas las variantes disponibles y también los niveles de dificultad. En este sentido podremos elegir el tipo de puzle, la temática del mismo e incluso el número de piezas.
Con este juego se puede trabajar la habilidad de concentración y también la de recibir y asimilar instrucciones. Uno de los jugadores asume el rol de Simón y es el que va enumerando lo que hay que hacer. Los jugadores solo tienen que seguir las instrucciones que comiencen con la frase “Simón dice”. Se eliminan a aquellos jugadores que no sigan las instrucciones precedidas de la frase anterior y también aquellos que realicen la acción que no va precedida de la frase clave.
Es conveniente señalar que, sobre todo en aquellos juegos que necesiten gran cantidad de atención, sería conveniente que estuvieran divididos en pequeñas sesiones de manera que el niño pueda descansar entre juego y juego. De esta manera evitaremos el agotamiento y también la posible frustración que pueda surgir.
Reseñar también que estos juegos son solo sugerencias y que se pueden adaptar, modificar o ampliar como cada uno lo considere oportuno. El límite lo ponéis vosotros y vuestra imaginación.
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