Hace muchos años que las TIC llegaron al ámbito de las salud para quedarse, y son varios los factores que justifican la inversión en estas tecnologías.
En primer lugar porque permiten optimizar los recursos, en nuestro sistema público tenemos algunos ejemplos, como la receta electrónica o la historia clínica digital. Pero no sólo el ahorro de costes es la única ventaja, también la deslocalización de esta información, permite que sea accedida por cualquier profesional, mejorando así la calidad de la asistencia.
Más recientemente, se están empezando a incorporar en nuestras vidas tecnologías que acercan la salud a nuestro hogar. Se tratan de productos y servicios englobados en lo que se denomina telemedicina (eHealth) o teleasistencia. Nuevamente estamos ante el paradigma de ahorro de costes (se evita desplazamientos y se optimizan recursos) y de una mejora en la calidad del servicio (prestándose una atención remota a tiempo).
Entre estas tecnologías, destacan fundamentalmente los sistema de telediagnóstico, telemonitorización o el tratamiento en el ámbito doméstico. Es de especial importancia en pacientes crónicos o personas mayores.
Recientemente, el portal variacionxxi.com publicó un interesantísimo artículo al respecto:
http://variacionxxi.com/2016/06/14/telemedicina-tecnologia-salud/
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