Los seres humanos vivimos en el lenguaje, somos seres lingüísticos y nuestra realidad existe gracias al lenguaje.
En este artículo vamos a explorar qué es aquello que denominamos lenguaje, su desarrollo en los primeros meses y años de vida, algunos tipos de lenguaje, y algunos tipos de alteraciones que dificultan su uso.
La Real Academia de la Lengua define el lenguaje como la “facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través del sonido articulado o de otros sistemas de signos”. La aptitud para expresarse se manifiesta en la capacidad humana para comunicar pensamientos y sentimientos a través de la palabra.
Gracias al lenguaje dotamos de significado a los objetos que nos rodean y a las acciones que realizamos. Además nos permite transmitir nuestros pensamientos y sentimientos a los demás. En esta línea podemos ver que el lenguaje es un fenómeno social que se desarrolla y evoluciona entre los individuos de un grupo, sean o no de la misma especie.
La producción de mensajes lingüísticos es necesaria para generar ideas, recuerdos, realidades y, sobre todo, poder transmitirlos. En la planificación de la producción de mensajes se presentan al menos tres etapas diferenciadas (Levelt, 1989):
Además de las etapas requeridas en la producción del lenguaje, también son necesarios otros tipos de procesos, como los procesos cognitivos y motivacionales, procesos lingüísticos y gramaticales, y procesos comunicativos e instrumentales.
En este punto podemos distinguir una de las funciones más importantes del lenguaje: la comunicación. Los seres humanos, como seres sociales, hemos desarrollado diferentes tipos de comunicación a través del lenguaje. Además, dentro de esos tipos creamos diferentes formas de interacción dependiendo de la función del mensaje que queramos transmitir.
La principal función del lenguaje es la comunicación. Dentro de la comunicación hay que tener en cuenta el propósito y el objetivo que se pretende conseguir al emitir un mensaje. Dependiendo del objetivo la función que se le otorga al lenguaje será diferente. Algunas de las funciones del lenguaje son:
Aprender a hablar y a escribir es una tarea compleja que supone un gran esfuerzo por parte de los niños que aprenden, o por parte de los adultos que deciden aprender una nueva lengua.
Para poder explorar el desarrollo del lenguaje vamos a delimitar tres áreas en las que tienen lugar los cambios más importantes durante los primeros meses y años de vida. Estas áreas son la fonología, modo en que se entienden y se producen los sonidos del habla; la gramática, reglas con las que se unen los sonidos y las unidades lingüísticas con sentido; y la semántica, el significado de las palabras.
Desde que el niño nace hasta que emite sus primeras palabras se realizan dos tareas esenciales para la adquisición del lenguaje, la percepción de los sonidos del habla y la producción de sonidos. Estos aspectos son comunes a todos los bebés independientemente de su lugar de nacimiento.
En la etapa prelingüística, la etapa previa a la emisión de las primeras palabras, el niño primero percibe los sonidos que los adultos emiten a su alrededor. Son capaces de distinguir los sonidos con diferentes puntos y modos de articulación procedentes de cualquier lengua. Alrededor de los 8-10 meses se sabe que los niños dejan de discriminar los sonidos que no se encuentran a su alrededor.
La emisión de los primeros sonidos se puede diferenciar en tres períodos. Primero, alrededor de los 3 meses se producen las primeras vocalizaciones (llanto, risas). Segundo, entre los 6-18 meses se produce la etapa de balbuceo que evoluciona desde las primeras vocalizaciones aisladas hasta las cadenas de diferentes sílabas con entonación. Tercero, desde los 12 meses de edad pueden aparecer las primeras palabras donde se produce un cambio significativo en la articulación del lenguaje.
A partir de las primeras palabras se establece la etapa lingüística caracterizada por el desarrollo de la producción de los fonemas dentro de palabras, y la simplificación del habla que utilizan los niños para poder decir aquellas palabras con fonemas que no son capaces de emitir.
Durante los primeros meses los niños no comprenden el significado de las palabras. Es alrededor de los 7 meses cuando muestran alguna comprensión de palabras aisladas, y cuando comienzan a responder a su nombre. En los meses posteriores los niños comienzan a aprender cada vez más palabras sencillas que escuchan a su alrededor.
Los niños muy pequeños son capaces de entender más palabras de las que pueden emitir.
El patrón de aprendizaje se mantiene estable en el tiempo. En el transcurso de los primeros años de vida el aprendizaje de nuevos conceptos es muy grande. Así, las primeras palabras que se aprenden suelen ser objetos muy frecuentes en la vida del niño o muy destacables perceptivamente. En la etapa pre-escolar los niños son capaces de expresar frases completas con significado.
De manera general, la evolución del desarrollo gramatical en los niños sigue un continuo y es predecible.
Entre los 12-18 meses de edad utilizan expresiones de una palabra como si de frases se tratase (holofrases). Según algunos expertos esto es así porque con esa expresión los niños expresarían deseos o necesidades más complejas que no son capaces de expresar de otro modo.
Entre los 18-24 meses las expresiones suelen incluir dos palabras con significado. No utilizan nexos de unión u otras palabras funcionales (habla telegráfica). Entre los 24-30 meses se utilizan expresiones de tres elementos. En este progreso se comienzan a utilizar otros elementos lingüísticos, por ejemplo artículos, y se organizan las frases según los principios gramaticales de la lengua.
En los años posteriores de la infancia se produce un gran progreso gramatical y se comienzan a dominar las oraciones simples y compuestas, y la integración de las estructuras que se utilizaban en etapas anteriores, aunque durante los primeros años se siguen cometiendo algunos errores gramaticales.
El lenguaje, como capacidad del ser humano para comunicarse, se puede clasificar en lenguaje verbal o no verbal, dependiendo si atendemos al uso de unidades lingüísticas o no.
El lenguaje verbal se caracteriza por el uso de palabras con los que se intercambian pensamientos o sentimientos con otras personas. El lenguaje verbal puede ser:
El lenguaje no verbal no utiliza palabras para transmitir un mensaje aunque sí se utilizan otros sonidos, acciones o imágenes que generan la comunicación. El lenguaje no verbal puede ser:
Siguiendo la clasificación del Manual Diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5), los trastornos del lenguaje se engloban en la categoría de trastornos de la comunicación.
Según el DSM-5, el inicio de los síntomas se debe producir en las primeras fases del periodo del desarrollo (i.e. infancia), y no se pueden atribuir a afecciones neurológicas, déficits motores o sensitivos, a una menor capacidad del lenguaje, o por una discapacidad intelectual.
En todos los casos las alteraciones en el lenguaje deben causar un malestar significativo y producir limitaciones en la comunicación eficaz lo que influye en la participación social, en los logros académicos y/o en los logros o desempeño laboral.
Se pueden distinguir cuatro trastornos de la comunicación:
Todas las modalidades del lenguaje se ven afectadas, tanto hablado como escrito, o incluso lengua de signos. Estos déficits incluyen problemas de comprensión y producción del lenguaje, deterioro del discurso o limitaciones en la estructura de frases. Estas alteraciones provocan que las capacidades del lenguaje estén por debajo de lo esperado para la edad del individuo.
Las dificultades se encuentran en la producción de los sonidos del habla. Esto produce que el habla sea incomprensible y puede llegar a imposibilitar la comunicación verbal.
La fluidez y la organización del habla están alteradas. Las alteraciones se caracterizan por la aparición persistente de repeticiones de sonidos y sílabas, prolongación de los sonidos del habla, pausas y silencios en el discurso, sustitución de palabras problemáticas, tensión física, y ansiedad al hablar.
Las dificultades se presentan en el uso social de la comunicación verbal y no verbal.
Las alteraciones se presentan en la comunicación dirigida a propósitos sociales (por ejemplo, saludar), en la adaptación de la comunicación dependiendo del contexto o las necesidades del receptor.
También se presentan dificultades para seguir las normas de comunicación, como respetar turnos o regular el comportamiento en la interacción con otros, y para comprender mensajes implícitos (por ejemplo, hacer inferencias) o no literales (por ejemplo, metáforas).
Además de los trastornos mencionados previamente, catalogados como trastornos con diagnóstico clínico, los trastornos del lenguaje pueden estar causados por otro tipo de alteraciones físicas o neurológicas y afectar de igual modo a la producción, comprensión y uso del lenguaje.
A continuación se presentan algunos de los trastornos más habituales en el lenguaje escrito y en el lenguaje oral.
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