También conocidad como la Escala Global del Deterioro (GDS por sus siglas en inglés)
El aumento de la esperanza de vida de la población española trae consigo algunas enfermedades y consecuencias asociadas al envejecimiento. El deterioro cognitivo es una de esas consecuencias. Por este motivo es importante, no solo la prevención, por medio de la estimulación cognitiva de personas mayores sino también la mejora de los instrumentos de evaluación para poder realizar una intervención lo más precisa y precoz que sea posible en caso de que fuera necesario.
En este sentido tenemos que citar las demencias como una de las principales consecuencias de deterioro cognitivo producidas por el envejecimiento de la población. Debemos aclarar antes de continuar que las demencias no pueden considerarse como una enfermedad específica. Este término general hace referencia a un amplio abanico de síntomas que tienen relación directa con el deterioro de la memoria y otras habilidades cognitivas. Este deterioro tiene una incidencia importante en la persona y en el desempeño de sus tareas diarias.
Existen pruebas para detectar la presencia de demencia en una persona como pueden ser: el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo o el Mini Mental State Examination de Folstein. Además, también contamos con pruebas más especificas que nos permiten determinar y graduar la gravedad de una demencia. Este es el caso de la Escala Global de Deterioro de Reisberg o GDS.
Para encontrar el origen de esta prueba, que determina la gravedad del deterioro cognitivo de una persona, tenemos que centrarnos en el trabajo de cuatro investigadores que en ese momento trabajaban juntos en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York.
En 1982 estos investigadores a los que hacíamos referencia (Barry Reisberg, Steven Ferris, Mony J. de León y Thomas Crook), publican en la revista American Journal of Psychiatry, la que posteriormente será una de las clasificaciones más populares de las fases del Alzheimer, la Escala Global de Deterioro o GDS.
Textualmente podemos citar el último párrafo de aquella publicación en el que se ve patente el potencial que sus creadores vislumbraban en este trabajo:
“En conclusión, creemos que la Escala de Deterioro Global puede ser una medida global generalizable y ampliamente aplicable para la evaluación del deterioro cognitivo secundario a la demencia degenerativa primaria”.
La GDS tiene en cuenta la evolución de la cognición y la relación de las funciones cotidianas de una persona, desde un momento donde no hay ningún tipo de deterioro hasta las últimas consecuencias de alguna demencia. Dicha evolución se divide en siete etapas.
Hay que tener en cuenta que el curso de cualquier demencia es continuo, lento y progresivo. Es por este motivo que los límites de cada una de estas fases o etapas no están definidos de una manera clara, pero sí que permiten una graduación con carácter orientativo que facilite el seguimiento del deterioro de un paciente.
La Escala Global de Deterioro Cognitivo está basada en la teoría de retrogénesis. Según esta teoría, la persona que presente algún tipo de demencia irá perdiendo sus capacidades cognitivas en orden inverso a como han sido adquiridas, de forma natural, a través del crecimiento y la maduración cerebral.
Como ejemplo podemos citar la capacidad de gestionar dinero. Esta capacidad se adquiere más tarde que el control de esfínteres. Por este motivo, la primera se perderá en fases leves de deterioro mientras que para perder el control sobre los esfínteres ese deterioro deberá ser mucho mayor.
Esta escala determina 7 grados de deterioro cognitivo de un paciente, atendiendo a variables como los síntomas cognitivos o las alteraciones funcionales. Pasamos a hora a describir de forma detallada cada una de estas fases.
En este grado no existe deterioro cognitivo y por tanto las dificultades objetivas o subjetivas son inexistentes.
Se corresponde con una puntuación entre 30 y 35 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
En este apartado estarían incluidas las personas que, debido a la edad, empiezan a presentar dificultades de memoria sutiles y que son propias del envejecimiento. Estos pequeños descuidos es normal que pasen desapercibidos por el entorno familiar o el médico. En cualquier caso, no se consideran relevantes ni constituyentes de una patología.
Se corresponde con una puntuación entre 25 y 30 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
Es en esta fase cuando empiezan a aparecer las primeras dificultades claras, Por este motivo resulta muy importante estar atento a las señales de alerta que puedan ir apareciendo. Estas señales a veces pueden pasar desapercibidas por lo que conviene que al menor indicio se realice un examen cognitivo por medio de un profesional.
Esta fase supone un punto intermedio entre la normalidad cognitiva y los primeros síntomas de aparición de la demencia. Supone un momento crucial para estudiar las causas posibles y determinar si con una intervención adecuada estas pueden ser revertidas.
Algunas de las manifestaciones en esta etapa son:
Se corresponde con una puntuación entre 20 y 27 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
Es cuando una persona llega a este grado cuando empieza a considerarse demencia. El deterioro cognitivo interfiere de forma directa con el desempeño diario de la persona que lo padece y le impide desenvolverse de forma exitosa en sus tareas diarias.
En esta fase no se suelen apreciar problemas de orientación importantes, ni en tiempo ni en espacio, además se reconoce sin ningún problema a las personas que le son familiares. No obstante, sí aparecen otras limitaciones:
Citar que en esta etapa la negociación suele ser el mecanismo de defensa predominante en el paciente.
Se corresponde con una puntuación entre 16 y 23 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
En esta etapa el deterioro del paciente es evidente y puede oscilar entre moderado y grave en función de los síntomas que vayan apareciendo. Se considera que ya es necesaria una ayuda contante para su vida diaria.
Aunque a nivel general es capaz de recordar su nombre y los de sus más allegados e identifica correctamente a las personas familiares, son muchas las dificultades que podemos encontrar en esta fase:
Se corresponde con una puntuación entre 10 y 19 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
Al llegar a esta etapa el deterioro cognitivo es ya muy acusado e imposibilita mucho la realización de las actividades cotidianas del paciente. Entre las características y déficits asociados a esta etapa están:
También podrían aparecer:
Se corresponde con una puntuación entre 0 y 12 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
Ultima fase en la que se puede observar un deterioro cognitivo muy grave. A medida que esta etapa avanza el paciente ya necesitará ayuda para realizar todas sus funciones diarias incluso las más elementales.
Llegar a esta fase implica:
También puede darse:
Se corresponde con una puntuación de 0 puntos en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo.
Durante este artículo en todas las fases de la Escala Global de Deterioro de Reisberg se ha acompañado el dato de correspondencia con la puntación en el Mini Examen Cognoscitivo de Lobo, aunque conviene aclarar que esta correlación es meramente orientativa.
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