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La atención

24 Octubre 2019

Dedicamos el artículo de hoy a un proceso (o conjunto de procesos) cognitivo clave en el procesamiento de la información: LA ATENCIÓN.

En cualquier actividad que realicemos en nuestra vida diaria juegan un papel importante los procesos atencionales. La atención es fundamental en infinidad de acciones que conllevan algún tipo de requerimiento cognitivo.

Desde que somos pequeños uno de nuestros aprendizajes más importantes tiene que ver con la discriminación de estímulos, es decir, aprender a centrar nuestra atención en aquellos factores relevantes para obviar los que no lo son. 

La atención resulta también vital para la memoria, proceso con el que se encuentra íntimamente ligada, siendo indispensable para el almacenamiento y posterior recuperación de la información que se percibe a través de los sentidos.

Es indudable la importancia de la atención como proceso cognitivo y es por ese motivo por lo que a través de este artículo te proponemos un repaso de los factores principales que definen esta destreza.

 

¿Cómo podemos definir la atención?  

Una definición altamente aceptada establece que la atención es un proceso tanto conductual como cognitivo de concentración selectiva en aspectos concretos de la información que se recibe, independientemente de si esta información es objetiva o subjetiva y que discrimina otros elementos percibidos que no considera relevantes. También existe la concepción de la atención como la asignación de recursos limitados de procesamiento. 

Vista desde el prisma que nos ofrece la psicología, la atención no podría considerarse como un concepto único, sino que estaría formada por un conjunto de procesos. De forma tradicional ha sido considerada de dos formas diferenciadas:  

  • Como una cualidad de la percepción: Le otorga a la atención una función de discriminación de estímulos, diferenciando la información relevante de la que no lo es y dando prioridad a esos estímulos relevantes de manera que sean procesados profundamente.
  • Como mecanismo de regulación de los procesos cognitivos: Controlaría procesos desde el aprendizaje por medio del condicionamiento hasta los razonamientos más complejos.

 

Principales características de la atención

Una vez definida la atención consideramos necesario también comentar cuáles son sus características más destacables. Entre ellas podemos enunciar:

  • La amplitud: Con esta característica se hace referencia a la cantidad de información que somos capaces de atender al mismo tiempo, así como también a la cantidad de tareas que podemos realizar de forma simultánea.
  • La intensidad: Esta característica haría referencia al grado de la atención que estamos teniendo en un momento determinado. Coloquialmente hablando podríamos decir que la intensidad sería “estar más o menos atentos”. También recibe el nombre de tono atencional y como su definición indica también es posible la fluctuación de esa intensidad atencional. Estas fluctuaciones pueden ser cortas y puntuales (cambios fácticos) y también largas y relativamente permanentes (cambios tónicos).
  • El Desplazamiento: La atención cambia continuamente. Este hecho puede producirse porque haya más de una fuente de información o porque estemos realizando varias tareas a la vez y nuestra atención pase de una a otra. Este tiempo de desplazamiento u oscilación puede tener un carácter variable.
  • El Control: Esta característica se refiere al dominio que tenemos sobre nuestra capacidad atencional. Supone dirigir la atención en función de los requerimientos tanto del ambiente como de la tarea que nos disponemos a realizar. Cuando esto ocurre estaríamos hablando de atención controlada.

 

Algunos factores que pueden influir en la atención

Entre los factores que tienen influencia sobre la atención podremos establecer una diferenciación en dos categorías en función de la naturaleza de esos determinantes. De tal manera que podríamos hablar de factores externos y de factores internos.

- Factores externos

Cuando hablamos de factores externos nos referimos a aquellos que dependen del medio ambiente, es decir, serían aquellos estímulos que están presentes en el ambiente y que el individuo percibe por medio de sus sentidos. Entre ellos se encuentran:

  • La potencia del estímulo: Cuanta más intensidad tiene un estímulo más fácil resulta para la persona percibirlo.
  • El cambio: Cuando se presenta un cambio que modifica el campo perceptivo la atención se centra en aquellos estímulos que han provocado esa modificación.
  • Tamaño: Es lógico pensar que el tamaño del estímulo también influye en la atención, y es cierto, pero no tanto como pueden influir la potencia y el cambio.
  • Repetición: La repetición de un estímulo, aunque su intensidad sea débil, puede llegar a tener gran impacto en nuestra atención.
  • Movimiento: Los estímulos en movimiento parecen resultar más atractivos para nuestra atención que aquellos que permanecen inmóviles.
  • Contraste: Cuando existe contraste entre un estímulo y el resto, esto puede hacer que ese estímulo distinto llame más la atención.
  • Organización estructural: Los estímulos que percibimos es necesario que estén adecuadamente organizados y jerarquizados de manera que así la información pueda recibirse correctamente.

- Factores internos

En la categoría de factores internos podemos incluir a aquellos elementos que provienen de la propia persona. Dependen de la persona e influyen no solo en la capacidad y desarrollo de la atención, sino que además afectan al rendimiento. Podemos citar:

  • Las emociones: Aquellos estímulos que provocan emociones intensas tienen mayor tendencia a atraer la intención de la persona que los está percibiendo. Este hecho depende del nivel de activación emocional del individuo que recibe el nombre de arousal.
  • El estado orgánico: El estado de la persona y sus necesidades en el momento de la estimulación puede condicionar que preste más atención a unos estímulos que a otros. Por ejemplo, si en el momento de la estimulación una persona siente hambre lo más probable es que su atención vaya encaminada a los alimentos por encima del resto de estímulos.
  • Los intereses: La atención de un individuo vendrá determinada por los intereses que esta persona presente.
  • La evaluación del esfuerzo que requiere una tarea: la percepción subjetiva que una persona tiene del esfuerzo que va a requerirle una determinada tarea va a producir una mayor o menor cantidad de atención a la hora de realizarla.
  • La distracción: Las metas u objetivos propios de la persona pueden actuar como factores distractores y por tanto reducir la atención de este.
  • La sugestión social: Se puede llegar a atraer la atención de una persona por medio de la invitación a ello.
  • El curso del pensamiento: Si una persona en el momento de la estimulación está pensando en unas ideas determinadas, si se presentan estímulos relacionados con esas ideas, esos estímulos serán los que más atraigan su atención.

 

¿Cuáles son los tipos de atención?

Para poder categorizar los tipos de atención y con el fin de que sea los más ilustrativo y comprensible posible estableceremos dicha categorización en función a dos criterios: según la implicación del sujeto y según el objeto y el grado de activación.

- Tipos de atención según la implicación de la persona:

  • Atención activa y voluntaria: Este tipo se produce cuando la persona orienta su atención de manera consciente sobre un estímulo o tarea determinada.
  • Atención activa involuntaria: Se da la atención como desencadenante a la aparición de un determinado estímulo.
  • Atención pasiva: Es la atención que se produce sin ningún tipo de intención o esfuerzo por nuestra parte.

- Tipos de atención según el objeto y el grado de activación

  • Atención selectiva: Sería la capacidad de una persona para focalizar su atención en una fuente de información única, obviando todos aquellos estímulos que puedan llegar a interferir.
  • Atención dividida: Este tipo de atención tiene lugar cuando una persona está realizando varias tareas a la vez y va distribuyendo sus capacidades perceptivas en cada una de esas acciones.
  • Atención sostenida: Con este término se hace referencia a la atención mantenida de forma persistente en un mismo estímulo durante un periodo de tiempo prolongado.

 

¿Cuáles son los principales sistemas atencionales? 

Según el modelo creado por Posner y Petersen en el año 1990 podemos establecer tres sistemas diferentes de atención.

  • Red de alerta: Este sistema es el encargado de regular el nivel de activación de una persona (Arousal) y también la atención sostenida. Se encuentra estrechamente ligado a la formación reticular, a las áreas frontales, el tálamo, los ganglios basales y las estructuras límbicas.
  • Red de orientación: Controla la atención selectiva. Está relacionada con la corteza parietal posterior, el núcleo pulvinar del tálamo y también con el colículo superior.
  • Red de ejecución: Se ocupa de la atención selectiva, sostenida y dividida. Podemos ubicar esta red en la corteza prefrontal dorsolateral, la orbifrontal, la cingulada anterior, con el neoestriado y el área motora suplementaria.

 

Algunas patologías o déficits relacionados con la atención.

Podemos clasificar la patologías o déficits que tienen que ver con la atención en función a dos criterios diferenciados, sin son alteraciones de tipo cuantitativo o si son alteraciones de tipo cualitativo.

- Alteraciones de tipo cuantitativo

  • Hiperprosexia: Se produce un exceso en la atención. Es característica en cuadros que incluyen ideas de tipo delirante.
  • Hipoprosexia: Se produce por una disminución de la capacidad de atención de individuo.
  • Aprosexia: Implica la pérdida total de la capacidad de atención.
  • Alteraciones de tipo cualitativo
  • Pseudoaprosexia: Supone la presencia de una atención que se encuentra centrada en los estímulos internos obviando completamente los estímulos externos.
  • Paraprosexia: Las personas con este tipo de déficit muestran una atención inestable. Es propia de cuadros de tipo maníaco.

- El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Hablamos de un cuadro diagnóstico en el que la afectación de la atención confluye con otros síntomas que tienen un impacto directo en la vida de la persona que los padece. Se establecen tres categorías en función de los síntomas que predominan.

  • TDAH con predominancia del déficit de atención.
  • TDAH donde predomina la hiperactividad y/o la impulsividad.
  • TDAH donde se presentan los tres síntomas nucleares de forma combinada.

 

¿Cómo se puede medir la atención?

Para poder evaluar la atención es necesario realizar una evaluación neuropiscológica, esta nos proporcionará unos datos fiables que después podremos usar tanto en el ámbito clínico como en el ámbito académico.

Algunas de las pruebas que podemos utilizar para evaluar la atención son las siguientes:

  • Test de Stroop: Es este test por medio de la presentación de palabras de distintos colores se avalúa la atención selectiva ya que se basa en la clasificación de la información y la reacción selectiva a ella.
  • Test de variables of attention (TOVA): Mide la atención y el control inhibitorio. Es una prueba muy utilizada, por ejemplo, en la evaluación de personas con TDAH. Evidentemente en conjunto con otras pruebas de diagnóstico.
  • Hooper Visual Organisation Task (VOT): Prueba que tiene como duración unos 15 minutos y a través de la cual se miden ítems como: el arousal, el análisis visual, la formación de conceptos y la memoria a largo y corto plazo.
  • Continous Performance Test (CPT): Con esta herramienta se evalúan distintos aspectos de la atención como son: la atención selectiva, la atención sostenida y la impulsividad. Consiste en una prueba en formato digital y en cierta manera es como un videojuego por lo que se puede utilizar en un amplio rango de edades.

 

¿Cómo se puede trabajar la atención?

Para poder trabajar y en consecuencia mejorar tu atención te proponemos un ejercicio que implica practicar la atención activa y la capacidad de observación. Dividiremos este ejercicio en 5 pasos para una mejor comprensión del mismo:

  1. Elige cualquier objeto de tu entorno cotidiano, al principio comienza por uno simple. Es recomendable que ese objeto sea lo más anodino y común que puedas, ya que así el esfuerzo en centrarte en él será mayor.
  2. Intenta observarlo durante un minuto. Se minuciosos e intenta fijarte en cada uno de sus detalles, sus características básicas y las ideas que este objeto te sugiera. Intenta recordar toda esa información y guardarla en tu memoria.
  3. Transcurrido ese tiempo saca el objeto de tu campo visual e intenta escribir todas las ideas, características y detalles en relación con el objeto que seas capaz de recordar. Este paso no tiene un límite de tiempo definido así que tómate tu tiempo.
  4. Ahora vuelve a mirar el objeto e intenta pensar en aquellas cosas que no has sido capaz de recordar, intenta encontrar algún detalle del que no te hayas percatado en la primera observación que has realizado. Lo más seguro es que haya varias cosas que hayas pasado por alto.
  5. Prueba a repetir este ejercicio varias veces a lo largo del día. Puedes usar el mismo objeto siempre y te darás cuenta cómo descubres cosas e ideas en las que no habías caído durante tus primeras observaciones. Después, ya podrás cambiar de objeto y buscar alguno más complejo, con más detalles.

También puedes complicar este ejercicio reduciendo el tiempo de observación a 30 o 40 segundos.

En otro artículo de nuestro blog, te proponemos múltiples ejercicios de atención.

 

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