Abundamos en el acercamiento a la música como actividad beneficiosa para nuestro cerebro, aprovechando la publicación de algunos estudios recientes
En este espacio venimos hablando asiduamente de las distintas actividades que son beneficiosas para nuestro cerebro, y habitualmente hablamos del ejercicio físico y mental. También hemos hecho alguna referencia a la nutrición, y a otras actividades, como los paseos por la naturaleza, que han demostrado ser beneficiosas para nuestra salud.
Entre estas actividades beneficiosas, también se encuentra la escucha de música agradable y lo documentábamos con algunos estudios realizados por, entre otros, la Universidad McGill de Montreal.
Hoy abundamos en ese acercamiento a la música como actividad beneficiosa para nuestro cerebro, aprovechando la publicación de algunos estudios recientes que han sido actualidad estos días.
La neurociencia ha brindado datos que no se tenían hace una década, por ejemplo, hoy se sabe con certeza que un cerebro expuesto a la actividad musical tiene una mayor plasticidad, que directamente está implicada en nuestras capacidades cognitivas y de aprendizaje.
Por otra parte, en el famoso estudio que citaba al principio, demostraron que el intenso placer experimentado al escuchar música está asociado con la actividad de la dopamina en el sistema de recompensas. Lo que ponía de relieve la capacidad del ser humano para obtener placer de estímulos abstractos como la música o el arte. Esto sin duda demostraría la capacidad de ofrecer beneficios a nivel emocional de la música.
En otro estudio, en esta misma línea, también se hallaron evidencias de que permiten reducir la ansiedad, la depresión y el estrés en pacientes con grado leve de Alzheimer.
Cuando se habla de la relación existente entre la música y el cerebro, irremediablemente se acude a este mito, que en este caso es cierto.
Resulta que tocar un instrumento musical es una actividad muy demandante en cuanto a recursos cognitivos. Diversos estudios neurocientíficos han podido demostrar la gran cantidad de conexiones que se generan en la práctica, lo cual termina por desarrollar en el músico una mayor reserva cognitiva, que evidentemente le ayudará a afrontar determinadas patologías neurológicas.
Un estudio de varias universidades Españolas y Danesas demostraban este incremento de conexiones entre diferentes regiones del cerebro, como la ínsula o las relacionadas con procesamiento sensitivo-motor y las regiones del procesamiento auditivo y visual.
El famoso equipo de la Universidad de McGill (Montreal), también son noticia porque recientemente han demostrado unas mayores habilidades en los músicos a la hora de procesar el habla, lo que estaría relacionado con las capacidades desarrolladas a la práctica.
En estos últimos días, se habla fundamentalmente de dos descubrimientos. El primero de ellos es que es posible estimular al cerebro de la misma forma escuchando una melodía que imaginándola. Este estudio, llevado a cabo por un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, con un pianista que padece epilepsia, y es el primer paso para poder desarrollar terapias que permitan rehabilitar el habla.
El otro estudio, realizado en Harvard, ha demostrado que las personas que se emocionan más con la música, tienen una estructura cerebral distinta. Al igual que el anterior, es un estudio que pretende llegar a un objetivo más amplio, como es el tratamiento psicológico.
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